Historia del Predio

El complejo contiene 60 metros de fortificación visible.

En el siglo XVIII, tuvo lugar la fundación de San Felipe y Santiago de Montevideo, la llegada de los primeros inmigrantes en calidad de colonos, y la construcción del sistema defensivo de nuestra ciudad, conocido como “Plaza Fuerte”.

El predio del complejo contiene 60 metros de fortificación visible, que formaban parte del sistema defensivo del frente Este, que miraba hacia la campaña, y estaba compuesto por un tramo que unía el Cubo del Norte con la batería de San Pascual. Las baterías eran salientes defensivas donde se apostaban cañones y soldados.

El tramo más extenso de fortificación, es un fragmento de la escarpa (muralla interna) y hay otro tramo perteneciente a la contraescarpa (muralla externa) de la batería de San Pascual. La zona contó con un valor estratégico de suma importancia, pues estaban ubicadas en la misma las fuentes de agua dulce, elemento indispensable y vital para los primeros pobladores colonos de nuestras tierras.

A lo largo del tiempo, este terreno, de 3.500 metros cuadrados fue teniendo distintos usos.
Primero estuvo el sistema defensivo, después -cuando las murallas se tiraron (1833) quedaron pequeños tramos de muro. Los predios fueron loteados y vendidos. Los primeros usos fueron para barracas.

Entre las barracas que se instalaron estaba la Mac Eachen y la Buxareo, que compraron los predios y los anexaron. La empresa Sala y Cia., fundada en 1854, y también funcionó en el terreno la caballeriza “Jockey” (1901)
A  principios del siglo XIX, la sociedad Sala y Cia se disuelve, pasando a llamarse Sala, Iriarte & Bofill S.A., que funcionó hasta mediados del siglo XX y ahí es cuando el BSE compró el terreno.

Cuando se construyó Sala Iriarte & Boffill se cortó a la altura del tramo de escarpa y se construyó por encima. Estos detalles sobre la muralla surgieron de la investigación arqueológica. En parte del predio funcionó también la escuela Cuba. Se levantaron y tiraron paredes para estos distintos usos y se modificaron los restos de muralla en pie.

Se encontró un empedrado del siglo XVIII o principios del XIX, posterior a la construcción de la muralla y restos de estructuras relacionadas con Sala Iriarte & Boffill, que fundía metal porque era una barraca de hierro. Los arqueólogos descubrieron que la muralla no fue construida tal cual decían los planos originales: figuraba que el foso era forrado de losetas de granito y en realidad encontramos que se componía de la roca madre que fue alisada y no estaba forrado.

El edificio donde se encuentra el MUMI y la Plaza con los restos de la muralla, son propiedad del BSE, fueron cedidos a la Intendencia de Montevideo en comodato, y fueron reformados para ser utilizados por ésta.
 

 

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